Día uno después de Mojacar, de hecho estas líneas están
siendo escritas más o menos, 24 horas más tarde de la llegada a Vilanova.
Parece mentira, pero parece que fue ayer cuando nos comentaron la posibilidad
de realizar esta salida y a la cual en un principio no tenía intención de ir por
varios temas que no vienen al caso. Como iba diciendo, nos hablaron de un curso
hecho en Mojacar avalado por la Universidad de Granada, el cual estaba basado
en la especialización teórico-práctica de auxiliares de enfermería en servicios
de cuidados críticos y urgencias.
El viaje de ida fue un horror, todo hay que decirlo, salir
de noche sabiendo que no vas a dormir y con un conductor de autocar algo
peculiar, hicieron que el trayecto se alargara más de lo debido en las horas
fisiológicas aunque no en las temporales obviamente. De todos modos la llegada
fue buena y tras un desayuno y un par de esperas, pudimos ver el Pueblo Indalo
de día en todo su esplendor, recoger el material de estudio e instalarnos en
nuestras habitaciones (que ya podían haber estado un poquito más juntas).
Sinceramente, estos 4 días han sido realmente positivos y me
han ayudado a darme cuenta de varias cosas, tanto de los demás como de mi
mismo, suena a topicazo pero es la realidad. Lo siento si alguien espera un
análisis del viaje y recomendación o no del mismo, cierto es que el curso
merece la pena puesto que se aprenden bastantes cosas (sobre todo si te
encuentras gente como el crack de Sergio, para mí el mejor ponente y no solo porque
sea enfermero jajaja), pero hay un factor humano que es lo más importante del
viaje.
Así pues, tras lo dicho anteriormente, solo puedo agradecer
a cada uno de mis compañeras/os por hacer que fuera una buena experiencia. Por
ejemplo, no hubiera sido lo mismo sin los abrazos de Cris (tu fotógrafo siempre
estará ahí), las sonrisas de Silvia (la fiestera ideal), las bromas de Laura que
son un no parar(my lover) jajajaja. Hay más no creáis, porque las charlas con
Alba son siempre de lo más curiosas (siento si soy demasiado paternalista
contigo), Meri es capaz de volverme loco con sus cosas (lástima, ya no puedo
hacerte chantaje) o Irene y su intento de hacerme bailar salsa (algún día
compañera, algún día aprenderé).
Y no he nombrado a todos, porque se haría infinito, Valentí,
Clara, Berna, Melissa, es más, hasta los profesores, Josema, Leo y Virginia. Lo
dicho, en esta publicación no he nombrado a tod@s l@s que estuvieron, aunque sí
estarán en mi recuerdo. Pude haberlo disfrutado mucho más seguramente, pero...
¿Mereció la pena? Lee de nuevo el anterior párrafo, creo que al final sí he
hecho una recomendación.
Muchas gracias a tod@s, lectores, compañeros de viaje, profesores y a mi padre, que gracias a él pude ir. E incluso a los ingleses, thanks my friends jajaja
Mojacar |
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