Los 3 cerebros

La evolución humana es la muestra de que continuamente estamos en cambio para adaptarnos a las nuevas situaciones, antiguamente estas situaciones venían dadas por la naturaleza, pero hoy día es el hombre quien está realizando los cambios a los cuales debemos adaptarnos. Uno de los órganos que más ha evolucionado, ha sido sin lugar a dudas el cerebro. 

Al principio era simplemente una serie de estructuras alrededor del principio de la médula espinal, hoy es el tallo del cerebro y solo controla las reacciones involuntarias. Se le conoce  como cerebro reptiliano y es nuestro instinto más animal, el encargado de que sobrevivamos, ni piensa ni aprende.

Con el paso del tiempo una serie de estructuras crecieron alrededor del reptiliano, fue el comienzo del cerebro límbico. Es nuestra parte emocional y nos otorgo la capacidad de aprender, no piensa ni razona, simplemente ante una acción reacciona según lo aprendido. Este dejarse llevar por las emociones es gracias a una estructura llamada amígdala.

La tercera y última parte llegó más tarde, el cerebro neocórtex, aquel que nos da la capacidad de pensar. Es básicamente la estructura encargada de la inteligencia emocional, pues de ella depende el control de nuestras emociones ante nuestro "enemigo" llamado amígdala. Para controlas las acciones de la amígdala, detendrá su impulso en el lóbulo frontal por las neuronas inhibidoras.

Mecanismos de defensa

Sigmund Freud: "Los mecanismos de defensa son estrategias psicológicas inconscientes de un individuo para hacer frente a situaciones desagradables exteriores o interiores (nuestra propia mente) y que pese a no resolverlas, al menos las atenúa y/o esconde".

MECANISMOS DE DEFENSA

Compensación: Se trata de esconder una inseguridad exagerando algo real o deseable.

Represión: Con ella se bloquean sensaciones y recuerdos a modo de olvido, aunque en realidad se encuentran en el subconsciente.

Identificación: El individuo se relaciona con otra persona o personaje haciéndose participe de los logros de este último para no sentirse abandonado o solo.

Negación: Consiste en no reconocer una realidad dolorosa o amenazadora, es decir, oponerse a reconocer la existencia de experiencias desagradables para protegerse a uno mismo.

Racionalización: Forma sutil de "negación". Se conoce el problema, pero se libera de este analizándolo y racionalizándolo, así se convence de algo para evitar que el problema le cause ansiedad. 

Intelectualización: Manejo de experiencias potencialmente angustiosas como objetos de estudio o de curiosidad para no comprometerse emocionalmente. Con ello se reduce el impacto de los incidentes angustiosos. La intelectualización se basa en utilizar lenguaje técnico para marcar diferencias con otros individuos.

Proyección: Mecanismo con el cual un individuo atribuye a otras personas las propias virtudes o defectos, incluso sus carencias, existe la negativa y la positiva. La proyección negativa se suele dar en conflictos, donde se le atribuye a otras personas un comportamiento inaceptable del propio sujeto. La proyección positiva se da cuando se atribuyen a otra persona cualidades.

Búsqueda de atención: Utilizado por aquellas personas que no se resignan a quedar en segundo plano, suele deberse a alguna carencia o déficit que deberá estudiarse.

Aislamiento: Ante situaciones conflictivas se separa ese conflicto de los sentimientos que provoca con la finalidad de huir de las situaciones de tensión.

Fantasía: Se basa en imaginar situaciones que no puede experimentar en la realidad, este acto se realiza para escapar de sucesos desagradables que se busca cambiar a la inversa.

Regresión: Mecanismo que ante acontecimientos frustrantes lleva al individuo a etapas anteriores de su vida. Como conductas infantiles con el objetivo de conseguir una respuesta como tuvieron personas adultas en la niñez del individuo.

Formación reactiva: Conducta de negación en la que se expresa con exagerada intensidad pensamientos o sentimientos que son lo contrario de lo que se piensa.

Daño psicológico preventivo: Mecanismo que funciona como si de una vacuna se tratase. Una persona realiza pequeños comentarios vejatorios hacia si mismo con la finalidad de que si otra persona lo hiciera, no le dañase.

El cazado cazador: Actitud que puede adquirirse ante un gran trauma que supuso una amenaza para uno mismo y en la cual se confronta todo lo que se considere necesario por el temor a volver a vivir esa experiencia. El objetivo es no volver a pasar por ese hecho desagradable, aunque para utilizar este mecanismo no se tiene porque haber observado previamente señales que alerten de ese peligro.